Escape de Absolom es una película de los años 80 que se realizó en 1994, el típico futuro chungo en el que a nuestro protagonista, el conocido Ray Liotta, es mandado a una isla por buena persona (donde buena persona = presidiario chungo). Esta isla, llamada Absolom, es el destino de la gente que, según el malo malísimo (y gordo) alcaide, no tiene posibilidad de redención y ya no sirve para nada a la sociedad. Así que, al más puro estilo Battle Royale, les mandan a esa isla a que se maten entre ellos.
Pero incluso los más despiadados asesinos pueden construir una sociedad idílica. Eso sí, no todos. Así que en la isla hay buenos y malos. Y están enzarzados en una especie de guerra que hacen de esta película una cosa entretenida, de esas que no te hacen pensar pero que cuando terminas de verla o piensas: "¡Qué pepino!" o "¡Qué coñazo!". Yo pensé lo primero, que es bueno, que conste, porque es una película de acción a la vieja usanza, si tonterías de efectos especiales a mansalva ni movimientos locos de cámara que algunos dirán que están muy bien pero que no te enteras de nada. No, Escape de Absolom es una película de acción pura, con todos sus tintes. Además, sale un actor llamado Jack Shepherd que hace gracia para quien haya visto LOST, aunque no tiene nada que ver.
