El mundo de las celebrities es muy curioso. En él hay casi tantas contradicciones como en el mundo de la política. ¿La última? Han pillado a Lindsay Lohan reformada, en pleno Beverly Hills, ataviada con una camiseta en la que se podía leer: "Just say no to drugs" (Simplemente di no a las drogas), cosa que debería haber tenido ella en cuenta cuando estuvo internada en un centro de rehabilitación.
Claro, que aquel internamiento, según podemos conocer de datos del mismo periódico, no fue en vano, ya que allí conoció a otro que se había excedido en sus vicios llamado Riley Giles, un deportista extremo que no pudo con la lujuriosa de su ya ex novia. Según palabras del flowman:
Definitivamente, Lindsay es ninfómana. Es una salvaje en la cama. Teníamos sexo dos veces al día y por la noche otra vez. Una vez lo hicimos cuatro veces al hilo. Fue increíble, Lindsay era insaciable.
Pues bueno, chico, se ve que no lo hacías muy bien cuando ella decidió volverse a Hollywood a seguir con su meteórica carrera de chica mala.
Un poquito de Off Topic nunca viene mal, ¿no?
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