Desde hace unos años, la originalidad de Hollywood pasó a las series de televisión, en concreto tras la llegada de 'LOST', y parece que no van a levantar cabeza muy pronto.
No hay más que echar un vistazo a las páginas dedicadas al cine para darse cuenta de que son muy pocas las películas originales que tienen éxito hoy día. No digo que no las haya, casi todas lo son, pero el mercado sólo da pie a que las adaptaciones, remakes, o quincuagésimas partes recauden millones y millones.
Es el caso de todos los héroes, antihéroes y cuasihéroes de Marvel, de Megan Fox corriendo delante de los 'Transformers' malos, o de precuelas-secuelas de sagas que nunca acabarán, como 'Rocky', 'Rambo' o 'Rambo 5', que ya está en producción.
El punto álgido de toda esta oleada de remakes y derivados fue cuando le dieron el Oscar a Martin Scorsese por 'The Departed' (Infiltrados), cuando la original japonesa ('Infernal Affairs') no llegó ni a luchar en la categoría de mejor película de habla no inglesa.
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